Macron no fue espiado con Pegasus sino con el software DarkMatter de Emiratos Árabes Unidos
La DGSE francesa tiene estrechos lazos con empresas de Abu Dhabi
¿Puede afectarte el malware Pegasus detectado en iOS?
El presidente francés Emmanuel Macron no fue espiado por el software Pegasus ni por los servicios de inteligencia marroquíes, tal y como informaban este jueves varios periódicos españoles e internacionales. Para espiar a Macron se usó otro software llamado DarkMatter, fabricado por una empresa de Emiratos Árabes Unidos, Edge Group, y comprado por la DGSE (Dirección General de Seguridad Exterior) francesa, que dispone de DarkMatter pero no de Pegasus, propiedad de la israelí NSO Group.
La DGSE francesa tiene estrechos lazos con empresas de Abu Dhabi, en Emiratos Árabes Unidos (EAU), que alojan gran parte de sus servidores en el país vecino de Qatar por cuestiones de seguridad y terrorismo islámico. Los franceses se decantaron en su día por comprar DarkMatter, en vez de su rival Pegasus.
Ahora, según los analistas israelíes, en una vuelta de tuerca para intentar despistar sus movimientos, la inteligencia francesa habría intentado culpar a Marruecos del espionaje a Macron, pero la cuestión es que los marroquíes no disponen de Pegasus, sólo tienen un landmak o geolocalizador que establece la posición de teléfonos móviles.
El software de creación israelí sólo se vende por cifras millonarias a estados amigos y con una cláusula de confidencialidad que, según ha podido conocer OKDIARIO, contempla el cese inmediato de esta licencia en caso de mal uso. Un caso de «mal uso» sería espiar al presidente de un país aliado de Israel, como es Francia. Además, según explican las mismas fuentes «entre los teléfonos espiados se encuentra el del propio rey de Marruecos, algo a lo que ningún marroquí se atrevería».
La firma DarkMatter es propiedad de Faisal Al-Bannai, hijo primogénito del general que manda en las fuerzas de policía de Dubai (EAU). El software inventado y manejado por la empresa EDGE Group en EAU es similar a Pegasus: puede escuchar llamadas y grabar con las cámaras del teléfono espiado, además de acceder a mails, contenidos de aplicaciones de mensajería e incluso posicionamiento de su portador. Es decir, es la competencia de Pegasus y al igual que éste, es indetectable por el dueño del smartphone infectado.
El Estado francés, al igual que el marroquí, no dispone de la herramienta de ciberespionaje Pegasus, un nombre famoso desde que el pasado sábado se comenzase a filtrar que había sido un software para espiar el contenido de 50.000 teléfonos móviles, 189 periodistas y varias familias árabes en un trabajo conjunto de 80 periodistas de 17 organizaciones de medios de comunicación de 10 países bajo la coordinación de Forbidden Stories, una organización sin ánimo de lucro de medios de comunicación con sede en París (Francia), y con el apoyo técnico de Amnistía Internacional, que realizó análisis forenses de teléfonos móviles para identificar rastros del software espía. No disponen de él porque NSO Group no se lo ha vendido.
La compañía de Al-Bannai, ubicada en Abu Dhabi, se hizo famosa a la luz en 2016 por su conexión con el «Proyecto Raven», una iniciativa secreta para supuestamente defender a EAU de otros gobiernos, amenazas terroristas y hackeo de activistas de derechos humanos. Pero el Proyecto Raven comprometió al entonces emir de Qatar, Sheikh Tamim bin Hamad Al Thani, a su hermano y a otros colaboradores cercanos; a Nadia Mansoor, esposa del activista de derechos humanos preso Ahmed Mansoor, al periodista británico Rori Donaghy y a cientos de objetivos en Europa y el Medio Este, incluyendo a los gobiernos de Yemen, Irán y Turquía.
La DGSE, el equivalente francés del MI6 británico y la CIA estadounidense ha estado utilizando el software espía emiratí durante años, supuestamente con el propósito de prevenir el terrorismo. Pero el uso de esta herramienta no solo se utilizó para ese propósito, sino también para monitorear los teléfonos de altos funcionarios marroquíes hace algunos años, en medio de serias tensiones cuando los franceses apoyaron sin fisuras la soberanía española sobre Ceuta y Melilla. Las otras víctimas de la DGSE, además de los ministros de Macron habrían sido algunos periodistas franceses que cubren temas políticos y nacionales.
El CNI (Centro Nacional de Inteligencia) español sí tiene Pegasus para sus trabajos desde el año 2015. Sin embargo, algunas fuentes consultadas por OKDIARIO defienden que en el caso del espionaje a dirigentes de la Generalitat catalana durante el procés no se habría usado este software, sino otro llamado Candiru.
BDS y Citizenlab
Pero la operación ha tenido otra pata, la publicitaria y de difusión. Desde hace varios años dos organizaciones no gubernamentales, BSD y Citizenlab efectúan campañas de información sobre las acciones llevadas a cabo de Forbidden Stories, el grupo ubicado en París. Ambas ONG también apoyan frecuentemente las reivindicaciones palestinas contra Israel. De hecho, BDS se autodenomina como Movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) que «trabaja para poner fin al apoyo internacional a la opresión de los palestinos por parte de Israel y presionar a Israel para que cumpla con el Derecho Internacional». BDS se ubica en Estados Unidos y Citizenlab en Canadá.
Los mismos analistas israelíes consultados por OKDIARIO encuadran este problema ahora con Pegasus en el desacuerdo con el Tratado Abraham que no fue firmado el 15 de septiembre de 2020 por algunos países árabes, en claro desacuerdo con la irrupción de Israel como un aliado contra la emergente nuclearización de Irán.
También resulta especialmente curioso que ya se conozcan muchos de los nombres de los espiados usando el programa Pegasus en Ruanda, Azerbaiyán, Marruecos, India, Reino Unido, Hungría, Arabia Saudí, México y Francia y se desconozca el listado de personas espiadas en España.